Introducción
Dada la naturaleza
eléctrica de las partículas químicas, es decir, dado que están constituidas por
núcleos positivos y electrones negativos, las interacciones químicas son
simplemente la consecuencia o el resultado de la interacción eléctrica entre
sus partes. Para su estudio, se consideran cuatro casos límite: el enlace
covalente, el enlace metálico, el enlace iónico y las interacciones
intermoleculares. El enlace covalente describe la interacción entre núcleos y
electrones dentro de una partícula. El enlace metálico describe la interacción
entre átomos vecinos., el enlace iónico describe la interacción entre iones
vecinos y, finalmente, las interacciones intermoleculares describen la
interacción entre moléculas o átomos vecinas. Estas últimas, las
intermoleculares son bastante más débiles que los enlaces covalente, metálico e
iónico.
Así como los átomos se unen entre sí para
formar moléculas mediantes interacciones denominadas enlaces, las moléculas
también presentan interacciones entre sí, lo cual determina gran parte de sus
propiedades físicas (como su estado de agregación) como fisico-químicias (como
la solubilidad). Dentro de los variados tipos de interacciones intermoleculares
existentes, estas son las 4 principales: Fuerzas de Van der Waals, ión-dipolo,
dipolo-dipolo y Puentes de Hidrógeno.
Dentro
de una molécula, los átomos están unidos mediante fuerzas intramoleculares
(enlaces iónicos, metálicos o covalentes, principalmente). Estas son las
fuerzas que se deben vencer para que se produzca un cambio químico. Son estas
fuerzas, por tanto, las que determinan las propiedades químicas de las
sustancias.

Esteban de Jesús Arjona Fausto
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